Bebiendo Alcohol Para Aliviar el Estrés…
Una Elección Peligrosa

De vez en cuando toma Usted excesivamente después de sufrir una desilusión, una riña, o cuando su Jefe le hace pasar un mal rato?
Cuando Usted tiene problemas o se siente presionado, bebe Usted más que de costumbre?

Si su respuesta a estas preguntas es “sí,” Usted debe tomar seriamente bajo consideración su uso de alcohol. Una de cada diez personas que usa alcohol puede convertirse algún día en un alcohólico. Usando alcohol para escapar la presión de un problema es una conducta arriesgada que puede desarrollarse en una dependencia mayor en el alcohol.

“Usando alcohol para reducir el estrés es la peor técnica posible que pueda usar.”

Existen tres categorías principales para describir generalmente la relación de la persona al alcohol. Primero, los bebedores sociales usan alcohol sólo ocasionalmente y en moderación. Por el otro lado están los alcohólicos. El alcohólico ha desarrollado una dependencia física y psicológica en el alcohol hasta el punto que ellos son incapaces de controlar la bebida.

En el medio de estas dos categorías están los bebedores abusivos. Típicamente, los bebedores abusivos beben para aliviar el estrés, a menudo en respuesta a una situación específica, tal como problemas matrimoniales o familiares, dificultades financieras o problemas en el trabajo. Eligiendo usar el alcohol para reducir el estrés es la peor técnica posible para reducir el estrés. Primero, reforzar el hábito de usar alcohol para escapar la presión de un problema puede desarrollar una dependencia mayor en el alcohol. Segundo, los efectos adicionales de beber abusivamente – la manera que afecta el corazón, el hígado, el sistema cardiovascular, etc. – contribuye a una salud general peor. Acudir al alcohol para reducir el estrés, solamente aumenta en los bebedores abusivos la cantidad de estrés en su sistema.

Si Usted usa el alcohol como un medio para reducir la tensión, trate algunas alternativas más saludables para ayudar a resolver sus problemas y reducir la tensión. Los consejeros que tratan el abuso de substancias recomiendan lo siguiente:

Hable sobre sus problemas. Discuta su problema (s) con un amigo – alguien que no lo vaya a juzgar, ni menospreciar, o que trate de resolverle su problema, pero que sea simplemente un buen oyente.

Haga ejercicios con regularidad. No hay nada mejor que el ejercicio aeróbico para combatir la tensión o el estrés. Las actividades tales como el caminar, la natación, correr, ir en bicicleta, la raqueta deportiva, las clases de aeróbic y baile – por 20 minutos o más – tienen muchos beneficios.

Aprenda otras técnicas para reducir la tensión. Asista a un seminario o clase, escuche una grabación, o lea un libro para aprender técnicas adicionales tales como la relajación progresiva o la meditación.

No beba diariamente. Si su rutina diaria incluye típicamente beber después del trabajo para reducir el estrés, substituya un hábito más saludable en vez de este mal hábito. Algunas alternativas saludables incluyen: el ejercicio, grabaciones de relajación, una copa de té herbario, una caminata alrededor del bloque, o quizás un período sencillo de “decompresión” (un tiempo callado donde no hable acerca de los niños, las finanzas, el trabajo, etc.)

Busque ayuda profesional. Si sus problemas son demasiado difíciles de resolver por si mismo, busque la ayuda de un terapeuta profesional para conversar sobre su situación.

Si Usted o un miembro de su familia quizás tengan un problema con alcohol u otras drogas, llame a su Programa (EAP) de Ayuda Para los Empleados para consejos, referencias, o información. Los consejeros de EAP son entrenados específicamente para ayudar a las personas a obtener la ayuda correcta para los problemas relacionados con el alcohol. Y recuerde, todos los servicios del EAP son ESTRICTAMENTE CONFIDENCIALES.

La bebida es un problema que puede acontecer a cualquiera. La clave está en reconocer el problema enseguida y buscar ayuda profesional. Los pasos que tomen tan pronto como sea posible pueden ayudar a reducir las consecuencias dolorosas que casi siempre acompañan el beber en excesivo. ¿Por qué no llamar a un consejero de EAP hoy? ¡Nosotros estamos aquí para ayudar!